Cuando se trata de comunicación entre diferentes idiomas, dos términos que a menudo se confunden son la traducción y la interpretación. Si bien ambos se centran en facilitar la comprensión entre personas que hablan idiomas diferentes, tienen diferencias fundamentales en cuanto a medio y método. Se suelen estudiar juntos porque son las dos caras de una misma moneda, pero son dos servicios bien diferenciados que, cada uno a su manera, juegan un papel crucial en el mundo de la mediación multilingüe.
Traducción: desentrañando los matices escritos
La traducción es el arte de transformar un texto de un idioma a otro, manteniendo su significado, tono y estilo. Es un proceso minucioso que requiere habilidades lingüísticas específicas y una comprensión profunda de la cultura y el contexto en ambos idiomas. Los traductores trabajan generalmente con textos escritos, como libros, artículos, contratos, o sitios web, pero también pueden trabajar con archivos de audio, de vídeo o incluso con imágenes, como películas, series o gráficos de artículos científicos. La clave está en que el producto final que produce un traductor es siempre un texto escrito. Algunas de las características clave de esta disciplina son:
1. Tiempo para documentarse y revisar
Al solicitar un servicio de traducción, el gestor de proyectos analiza los textos originales y establece un plazo de entrega acorde a las especificaciones del encargo. Este plazo debe permitirle al traductor tiempo suficiente para investigar, consultar diferentes fuentes y asegurarse de elegir bien cada frase y término.
Los traductores trabajan desde casa o en una oficina y tienen acceso al texto completo para consultarlo varias veces, es decir, pueden revisar su trabajo y asegurarse de que cada palabra esté en su lugar.
Por otro lado, la traducción incluye un proceso de edición en el que se adapta el texto al formato y las convenciones tipográficas de la lengua de destino. Un traductor necesita tiempo para buscar equivalentes para los juegos de palabras o adaptar los neologismos de una novela fantástica, por ejemplo.
Otra característica fundamental es que un servicio de traducción conlleva una revisión a manos de otro profesional antes de entregarle la versión final al cliente, que siempre recibe la mejor versión posible.
2. Precisión y fidelidad
El objetivo principal de la traducción es que el texto produzca al lector final el mismo efecto que les produce a los consumidores en la lengua original. Un traductor debe garantizar que el mensaje original se transmita con precisión al lector final y se mantenga fiel en el idioma de destino, debe capturar el significado exacto del texto y transmitirlo sin perder detalles.
Interpretación: comunicación en tiempo real
Un intérprete, en cambio, trata de facilitar la comunicación oral entre personas que hablan diferentes idiomas en tiempo real. El producto final siempre es un texto oral, por eso los intérpretes trabajan en eventos en vivo, ya sea en conferencias, reuniones, juicios, entrevistas o en otras situaciones donde la comunicación inmediata es esencial. Algunas características clave de la interpretación son:
1. Inmediatez y adaptabilidad
Los intérpretes trabajan en directo, de ahí que necesiten no solo un dominio excepcional de las dos lenguas sino capacidad de reaccionar rápido y adaptarse sobre la marcha a los cambios en el discurso. Deben procesar la información mientras escuchan y transmitir el mensaje en el otro idioma con fluidez y precisión.
Un intérprete debe ser muy ágil y tener muy buena memoria para poder transmitir bien el mensaje. Pero además necesita una gran capacidad de concentración, no solo para no perderse detalle del discurso, sino también por las características del entorno de trabajo. Los intérpretes suelen desplazarse al lugar del evento y trabajan viendo a los oyentes, ya sea desde el mismo escenario o desde una cabina, luego tienen acceso a su reacción de primera mano, lo que puede ser un arma de doble filo.
2. Sin posibilidad de edición
A diferencia de la traducción, donde hay tiempo para releer y reescribir, la interpretación es un proceso en tiempo real, lo que significa que no hay opción de corregirse. De ahí que se requiera un gran proceso de preparación previo a cada evento, para que el intérprete pueda documentarse bien del tema concreto de la conferencia o reunión y presentarse en la mejor condición posible.
Es por eso que al aceptar un encargo se solicita toda la información posible, ya sean las presentaciones de diapositivas, los contratos que se van a comentar o cualquier tema que se sepa que va a abordarse en el discurso. Cuanta más información se le proporciona al intérprete, mejor puede prepararse y más posibilidades hay de que todo fluya fácilmente durante el evento.
¿Y en qué se parecen?
Una vez vistas las diferencias principales entre estas dos disciplinas, no está de más mencionar que las habilidades de un traductor y un intérprete también coinciden en gran medida. Los dos son profesionales de la lengua especializados en la mediación entre lenguas (a veces en un mismo cuerpo), en crear puentes entre personas que hablan idiomas diferentes y vienen de culturas distintas.
Los traductores y los intérpretes deben dominar sus lenguas de trabajo a la perfección, no solo escritas, sino también sus distintos registros, frases hechas y convenciones culturales. Además, como en muchas profesiones, pueden trabajar en ámbitos muy diferentes con características específicas, lo que deriva en las distintas especialidades dentro de cada disciplina:
En traducción solemos centrarnos en la temática de los textos para hablar de tipos o especialidades. Así, hay traductores e intérpretes especializados en medicina, en derecho, en ciencia, o también en textos audiovisuales, en gastronomía o en marketing. Las lista no es precisamente corta, pero profundizamos en ella en nuestra entrada sobre tipos de traducción .
En interpretación la diferenciación tiende a partir más de la forma que del contenido, y distinguirse entre interpretación simultánea, consecutiva o bilateral, si bien los intérpretes también se especializan en campos, como el judicial, el científico o en el ámbito de la empresa. En este tema también entramos en detalle en otra entrada sobre tipos de interpretación.
Conclusión
En resumen, la traducción y la interpretación son dos servicios lingüísticos esenciales que desempeñan un papel crucial en la comunicación multilingüe. La traducción se enfoca en desentrañar los matices escritos y adaptarlos a un idioma diferente, mientras que la interpretación permite una comunicación fluida y en tiempo real entre personas que hablan diferentes idiomas.
En Lingua entendemos la importancia de una comunicación efectiva y clara entre diferentes idiomas y culturas. Por eso ofrecemos tanto servicios de traducción como de interpretación para satisfacer todas tus necesidades lingüísticas. Para eliminar esas barreras lingüísticas y que puedas comunicarte sin fronteras.
Si tienes un proyecto en mente, no dudes en preguntarnos, estaremos encantados de atenderte.
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