Imagen del blog con el título “Posedición de traducciones hechas por IA” destacado en el centro en letras en azul neón sobre fondo negro con detalles de estilo futurista. Centrado en la parte superior, el logo de Lingua Int.

La posedición de traducciones realizadas por IA

En la era digital, la inteligencia artificial (IA) ha llegado a numerosos aspectos de nuestras vidas, y el campo de la traducción no iba a ser una excepción. Los sistemas de traducción automática, como los ofrecidos por Google Translate, prometen facilitar la comunicación entre personas que hablan diferentes idiomas, agilizando los encuentros y aumentando la eficiencia. Sin embargo, aunque la IA haya avanzado significativamente en todos los ámbitos, la realidad es que todavía queda un largo camino por recorrer antes de que pueda llegar a la precisión y la fluidez de las traducciones (e interpretaciones) realizadas por personas físicas. Aquí es donde entra en juego la posedición, una tarea esencial que solo los humanos pueden realizar con eficacia, y no nos referimos a cualquier persona que hable dos idiomas, sino a una agencia de traducción que cuente con trabajadores especializados en diferentes áreas, como Lingua Int.

La posedición y su importancia

La posedición es el proceso de revisión y corrección de traducciones que hayan sido generadas por sistemas automatizados de traducción. No obstante, aunque la IA pueda realizar traducciones rápidas, su capacidad para comprender el contexto, los matices culturales y los giros idiomáticos sigue siendo limitada. Por lo tanto, la posedición, que será mucho más laboriosa que si se tratara de un texto elaborado por un humano, se vuelve crucial para garantizar que el mensaje se transmita de manera precisa y efectiva en la lengua de destino.

El factor humano en traducción

Como ya adelantamos en uno de nuestros primeros blogs sobre la IA, hay elementos básicos inherentes a cada texto, como son la terminología, el estilo y la confidencialidad. En muchas ocasiones esta última resulta ser un factor clave a la hora de rechazar por completo el uso de herramientas en línea, como los traductores automáticos a los que recurre la IA. Sin embargo, hay muchos más elementos a tener en consideración a la hora de trabajar con un texto, que se hacen más evidentes a medida que aumenta su complejidad léxica o sintáctica; o si se quiere mantener la coherencia entre diferentes publicaciones de una misma marca de manera que cuente con su propio factor distintivo de forma uniforme. Algunos de esos elementos son:

  • Comprensión del contexto. La IA puede tener dificultades para interpretar el contexto específico de un texto, lo que puede llevar a traducciones incorrectas o ambiguas, sobre todo propiciadas por la polisemia, lo que puede desencadenar consecuencias catastróficas. Por su parte, los humanos podemos entender el contexto cultural, histórico y lingüístico alrededor de un texto para elaborar una traducción más precisa, fiel y sin ambigüedades.
  • Complejidad de la redacción. Vinculado al anterior punto, hay textos, sobre todo los científicos, técnicos y jurídicos, que recurren a estructuras excesivamente largas y complejas, con relaciones sintácticas que para un hablante medio podrían ser difíciles de comprender. Al usar la IA para traducciones de este tipo, corremos el riesgo de que las relaciones establecidas entre las frases sean erróneas o que ciertos elementos sintácticos se confundan con otros, lo que está sin duda abocado al fracaso. Por su parte, los traductores especializados saben cómo abordar estos textos para superar cualquier obstáculo que se les presente, en ocasiones hasta simplificando el texto si es preciso para poder facilitar su comprensión, sobre todo si se solicita esta medida en el encargo.
  • Adaptación al público objetivo. Las traducciones automáticas a menudo carecen de sensibilidad hacia el público al que se dirigen. De hecho, la IA tiende a producir traducciones que, en general, son gramaticalmente correctas, pero carecen de fluidez y estilo, lo que puede afectar a la legibilidad y a la claridad del texto traducido. Es por ello que estos textos deben someterse a intervención humana para ajustar el tono, el estilo y el nivel de formalidad según las necesidades específicas del público objetivo o del proyecto.
  • Corrección de errores sutiles. A pesar de los avances en la IA, todavía se cometen errores gramaticales y lingüísticos; en el caso del español, sobre todo con el uso del modo subjuntivo. Los humanos pueden detectar y corregir estos errores para que mejore su naturalidad y aceptación por parte del público más exigente.
  • Conservación de la intención original. Al tratarse de una máquina alimentada por datos y patrones, la IA puede perder de vista la intención original del autor al traducir un texto. Los humanos, que sí que son capaces de captar las sutilezas del lenguaje a la perfección, han de asegurarse de que se preserva la intención detrás de cada una de las palabras traducidas.
  • Calidad lingüística. Aunque estamos (mal)acostumbrados a oír hablar exclusivamente de inglés, francés, español, alemán, turco, ruso, japonés o chino mandarín, existe una variedad inmensa de lenguas y dialectos que conforman la belleza lingüística de nuestro planeta. Sin embargo, este hecho se refleja también en las traducciones realizadas por IA: al estar alimentada por textos de Internet y patrones, como hemos señalado antes, está limitada por la cantidad de recursos a su alcance. Y es que en lenguas más minoritarias no hay tantos textos publicados que sirvan para alimentar estos motores. Y al haber pocos recursos de ciertos idiomas, las traducciones automáticas con combinaciones lingüísticas que involucran lenguas «poco comunes» son garantía de escasa calidad. Por suerte, en Lingua Int ofrecemos servicios, siempre con la participación de nativos del idioma de destino, en más de 90 lenguas, entre las que se incluyen el hindi, el bengalí, el neerlandés y muchas más. Nuestros expertos tienen un dominio lingüístico inigualable para asegurar la mayor calidad en cada traducción y revisión.

En definitiva

Si bien la inteligencia artificial ha avanzado considerablemente en el campo de la traducción (sin que ello sea garantía de calidad), la posedición sigue siendo una parte indispensable del proceso para garantizar la calidad y la precisión de las traducciones. Los humanos aportan un conjunto único de habilidades y conocimientos que la IA aún no puede igualar, como la comprensión profunda de un texto, la complejidad en la redacción de textos con alto grado de especialización, la adaptación al público objetivo y la conservación de la intención original; un traductor profesional debe siempre revisar las traducciones de una IA para asegurarse de que se hayan respetado estos elementos. Además, también tendrá que corregir errores lingüísticos e incluso realizar cambios significativos si se trabaja con lenguas minoritarias, debido al repertorio limitado de las IA. 

Por todo, resulta evidente que la labor de un traductor es irremplazable y en Lingua Int ofrecemos diferentes servicios, desde la traducción de textos hasta la revisión de los mismos. Estamos familiarizados con las tareas de posedición y nuestros profesionales trabajan codo con codo para asegurar siempre la mayor calidad y rapidez en nuestras traducciones. De igual modo, nos adaptamos a todo tipo de necesidades de nuestros clientes, así que si tienes un proyecto de traducción en mente, no dudes en contactarnos a través de nuestro formulario web o envíanos un mensaje a través de Facebook, X, Instagram o LinkedIn.

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