Imagen de portada del blog con el título “Descubre curiosidades del rumano” destacado en el centro en letras doradas y blancas. Al fondo una vista de pájaro de una ciudad de Rumanía y fotos de castillos y edificios emblemáticos. Centrado en la parte inferior, el logo de Lingua Int.

La quinta lengua romance más hablada: el rumano

Esta semana volvemos a adentrarnos en las curiosidades de las lenguas indoeuropeas, concretamente con una que pertenece a la rama oriental de las lenguas romances. En la actualidad es la quinta lengua romance más hablada del mundo detrás del español, el portugués, el francés y el italiano. Sí, hoy nos centramos en el rumano, idioma que ocupa el séptimo puesto dentro de la Unión Europea. Si alguna vez te has preguntado por qué suena tan diferente al resto de las lenguas romances, o quieres descubrir una historia rica y única, de influencias lingüísticas diversas y ligada a una cultura vibrante, sigue leyendo.

Una mezcla única de influencias

El rumano tiene sus raíces en el latín vulgar, la lengua que los soldados romanos llevaron consigo a la provincia de Dacia (parte de la actual Rumanía y Moldavia) tras su conquista en el año 106. Durante siglos, el latín se mezcló con las lenguas de los pueblos locales, formando el núcleo del rumano moderno. Sin embargo, a diferencia de otras lenguas romances, el desarrollo del rumano estuvo profundamente influenciado por la geografía y la historia de los Balcanes, donde interactuó con una variedad de pueblos y lenguas.

Después de la retirada de las tropas romanas en el siglo III, Dacia quedó expuesta a invasiones y migraciones de pueblos como los godos, los hunos y, más tarde, los eslavos. Esta situación dio lugar a una serie de préstamos lingüísticos que enriquecieron el léxico rumano. Más adelante, durante la Edad Media, el idioma fue influenciado por el griego y el húngaro debido a los contactos comerciales y las alianzas políticas. En los siglos XVIII y XIX, una ola de purismo lingüístico, alimentada por el Renacimiento y el deseo de acercarse culturalmente a Europa Occidental, llevó a la reintroducción de numerosos términos de origen latino y a la incorporación de galicismos, italianismos y germanismos.

Más allá de Rumanía y Moldavia

El rumano es la lengua oficial de dos países: Rumanía y la República de Moldavia. Además, es uno de los seis idiomas oficiales en la provincia autónoma serbia de Voivodina. Se estima que aproximadamente 28 millones de personas hablan rumano en todo el mundo, y más de 19 millones viven en Rumanía. Además, el 80% de la población de la República de Moldavia también habla rumano como lengua materna, aunque históricamente se ha utilizado la denominación «moldavo» para referirse a la misma lengua por razones políticas.

Fuera de estos países, existen comunidades significativas de hablantes de rumano en países como Italia, España, Alemania, Estados Unidos, Francia, Israel, Rusia y Venezuela, debido a la diáspora rumana. Solo en Italia y España se estima que hay casi dos millones de hablantes de rumano, lo que demuestra la expansión del idioma más allá de las fronteras de su tierra natal.

Un atisbo a su alfabeto y estructura

El rumano se escribe utilizando el alfabeto latino, pero con algunas particularidades, como el uso de las letras  y Î, que representan el mismo sonido: una vocal central cerrada no labializada (/ɨ/). La regla gramatical establece que Î se utiliza al inicio y final de palabras, mientras que  se usa en el resto de los casos. Además, el rumano es casi completamente fonético, lo que significa que, en general, se pronuncia como se escribe.

El rumano, a pesar de ser una lengua romance, presenta características gramaticales que lo hacen destacar entre sus lenguas hermanas. Una de las particularidades más interesantes es el uso del artículo definido enclítico. A diferencia del español, donde el artículo definido precede al sustantivo, en rumano se añade al final de la palabra, como en “cartea” (el libro).

El rumano también conserva un sistema de casos gramaticales reducido con tres casos principales: nominativo-acusativo, genitivo-dativo y vocativo. Este rasgo, más característico de lenguas como el alemán o el ruso, añade una complejidad y riqueza estructural que no se encuentra en otras lenguas romances modernas.

El vocabulario del rumano es otro aspecto fascinante. A pesar de tener una base predominantemente latina (alrededor del 70 % del léxico básico), el rumano ha incorporado un 14 % de vocabulario eslavo, además de palabras de origen griego, turco, húngaro y alemán fruto de su historia tumultuosa y la posición geográfica de Rumanía. Por ejemplo, el verbo a “iubi” (amar) proviene del eslavo, mientras que “bucurie” (alegría) tiene raíces en el albanés.

Sabiduría popular y cultura en palabras

Como ocurre en todos los idiomas, los refranes y dichos rumanos ofrecen una ventana a la mentalidad y cultura de su gente. Aquí te presentamos algunos ejemplos y equivalencias:

  • «Apa trece, pietrele rămân», que se podría traducir por «El agua pasa, las piedras se quedan», sugiere que, a pesar de las dificultades, lo esencial permanece inmutable.
  • «Nu lăsa pe mâine ce poți face azi» es el equivalente de «No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy», dicho más que conocido entre hispanohablantes.
  • «Cum îți așterni, așa vei dormi», que se podría traducir por «Como te acuestas, duermes» se utiliza de forma similar al refrán «quien siembra vientos, cosecha tempestades».

La traducción español-rumano

El proceso de traducir entre el español y el rumano puede ser tanto un desafío como una experiencia enriquecedora. A pesar de compartir una raíz latina común, las diferencias gramaticales, léxicas y culturales entre ambos idiomas requieren una atención especial por parte del traductor.

Uno de los principales desafíos es la traducción de expresiones idiomáticas y dichos, que a menudo no tienen un equivalente directo en el otro idioma. Por ejemplo, el dicho rumano «A călca pe bec» significa literalmente «pisar la bombilla», pero se usa para describir una situación en la que alguien ha cometido un error o está en problemas. Adaptar estas expresiones para que conserven su sentido y su efecto en la lengua de destino es un arte en sí mismo.

En definitiva

El idioma rumano es un ejemplo vivo de cómo la historia, la cultura y la geografía pueden moldear una lengua hasta convertirla en una joya única en el panorama lingüístico europeo. Desde su evolución histórica hasta sus curiosidades gramaticales y su colorido léxico, el rumano ofrece un sinfín de descubrimientos para aquellos que se aventuran a explorarlo.

En Lingua entendemos lo importante que es capturar no solo el significado literal de las palabras, sino también el matiz cultural y el contexto que las rodea. Ya sea que necesites traducir documentos técnicos o jurídicos o necesites un intérprete para reuniones o conferencias, nuestro equipo de expertos en rumano y español está aquí para ayudarte a comunicarte de manera efectiva y precisa. Confía en nosotros para brindarte un servicio de traducción de alta calidad que respete y preserve la esencia de tu mensaje.

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